En Venezuela, por ser el folclor llanero la música nacional, es difícil para muchos aceptar que en otro país se cante, se baile y se interprete el joropo al igual que en nuestro territorio, por eso hemos sido celosos al respecto, pero ante la realidad, poco a poco se ha venido dando cabida en las diferentes emisoras radiales y televisivas a interpretes colombianos, ya es común escuchar a Orlando “El Cholo” Valderrama”, Juan farfán, Elda Florez, Juan Harvey Caicedo, locutor muy conocido en Colombia pero que no es llanero, interpretando los poemas del maestro Héctor Paúl, Joaquín Rico y muchos mas que ya son aceptados por los amantes de nuestra música, como buenos interpretes.
Es bueno recordar que a comienzos de los años ochenta, no era posible escuchar un cantante colombiano en la radios venezolanas, a excepción de algunos que esporádicamente se escuchaban como Juan Farfán, mas que todo en la frontera apureña, Dumar Aljure con su catira casanareña y naturalmente el Cazador Novato, quienes muchos aún lo creen venezolano.
Fue en radio Rubio primero y luego en Radio Táchira, una emisora que salía con su señal desde San Cristóbal, y que la dirigía un hombre enamorado de Colombia: Eleazar Silva Malavé, nativo de las tierras guayanesas, quien en contra de todos los presagios creyó que la música llanera podía tener acogida en esa región, donde la hora se daba con música vallenata, y comienza un programa donde el locutor era Ricardo García, gocho, pero que dirigido por Eleazar, dio lo mejor de él, para que ese programa se convirtiera en un paladín, en una verdadera lanza, que penetró en lo mas profundo de los corazones tachirenses, convirtiéndose en poco tiempo en unos de los programas de mayor audiencia y mayor facturación en la radio del Táchira: ese programa se llamó y se sigue llamando:
“Romance, copla y sabana”
Debido a que esta emisora salía no solo, en onda larga, sino también en onda corta o mejor llamada onda internacional, comenzamos a recibir comunicaciones telefónicas y cartas, desde territorio colombiano reportando la sintonía del programa, y en muchos de los viajes que Eleazar realizaba a Colombia, recibía palabras de aliento para que siguiera con el programa, esto de alguna manera sirvió para que se comenzará a radiar canciones de interpretes colombianos, eso si, esto trajo también consigo las llamadas de oyentes protestando por que colocaban a colombianos en ese programa de música venezolana.
En una oportunidad en que Radio Táchira realizaba una transmisión de basquetball femenino, y que yo cantaba en un conocido local de la ciudad de Barinas, mientras comentábamos Eleazar y yo sobre el programa surgió la idea de organizar un festival internacional de música llanera en San Cristóbal, aprovechando que la emisora cumplía 50 años, luego de que Eleazar me pidiera que me encargara de la organización artística, él se encargó de hablar con el dueño del grupo radial, el señor González Lovera, quien inmediatamente brindó todo el apoyo a la idea, de esa manera nació el primer Festival Internacional La Voz del Táchira.
En esa oportunidad vinieron, por primera vez, de Colombia mas de 30 artistas y una delegación de periodistas de prensa y radio, y durante tres noches se cantó el joropo en tierras venezolanas con sabor colombiano, entre el jurado por Colombia nos acompañó el maestro Miguel Ángel Martín y por Venezuela el poeta Alexis Heredia y la doctora Aurora Díaz de Sánchez.
Este escenario sirvió para conocer a la que luego se convertiría en la mejor cantante y compositora de los llanos colombianos: Elda Florez, también pudimos ver y escuchar a Aries Vigoth, quien es el mas conocido de los cantantes colombianos junto a Cholo Valderrama, Miriam González, Manuel Orozco, verdaderas figuras que hasta ese momento eran desconocidos para los venezolanos,
Desde ese momento, en mi modo de ver, comienza la verdadera integración, ya que hasta ahora solo se realizaban encuentros internacionales mayormente en Colombia y muy pocas en Venezuela, pero de aquí en adelante comienzan a participar y a invitar cantantes colombianos como Joaquín Rico, Carlos Rico, Elda Florez y otros, al Festival Internacional La Voz del Alma Llanera, que se realiza en San Fernando de Apure, y a diferentes festivales que se realizan en el centro y en el oriente del país.
De igual modo en Colombia, desde Bogotá, Pedro Barreto, Jaime Alberto Riaño, Julio Rubio, y desde los diferentes departamentos especialmente en Arauca Luís Guedez y en Villavicencio, Álvaro Coronel Mancipe, Julio Eduardo Santos, Jairo Solano, entre muchos, hacían integración desde sus programas radiales, por eso pienso que la radio ha jugado papel preponderante en este proceso integracionista.
A manera de comentario, en el mes de noviembre de 2007 mientras los presidentes de nuestros países se decían barbaridades en televisión, un grupo de llaneros colombianos y venezolanos nos reuníamos en Arauca en un encuentro de escritores en la mas completa hermandad, de igual manera cuando se produjo el incidente en carababo nos encontrábamos en Villavicencio en el desarrollo del festival, incidente que no alteró en nada el desenvolvimiento del evento.
Hoy en día podemos decir con propiedad que no existen fronteras que separen los llanos colombianos de los venezolanos, solo fronteras políticas, sin embargo falta mucho por hacer al respecto, necesitamos que las autoridades de ambos países tomen medidas para agilizar trámites que faciliten los intercambios folclóricos, o una vieja aspiración de todos los llaneros que diariamente trabajamos con nuestro folclor común: que se implemente un pasaporte cultural, ya que cada día, se hacen más presentes los intercambios culturales tanto en suelo venezolano como en suelo colombiano.
Lo anterior queda confirmado en una nota del libro “Sociología y vida social” del cual es coautor YOUNG KIMBALL, donde dice lo siguiente:
“La delimitación de áreas regionales no solo tiene que ver con factores físicos, económicos y políticos, sino con la subcultura del área total. Si la región (como queremos), ha de convertirse en una unidad vital dentro de la (estructura) y organización del país, deben estar inspirados sus habitantes por la conciencia de que poseen tipos subculturales comunes. Mientras las regiones no desarrollen las actitudes, instrumentos y valores característicos de la solidaridad de grupo y la acción común, sus aspectos económicos y políticos serán superficiales en gran parte. Para que la estructura social sea efectiva, hay que poner interés en elaborarla.
A partir de estas premisas visualizo yo, el nuevo llano, que será, sin duda, un llano grande, un llano diferenciado pero unitario; unido ciertamente por su historia común, por la comunidad de sus instituciones, por gente de unas mismas raíces, unos mismos afanes, un solo paisaje, pero, ante todo, unidos para siempre por un mismo destino”
Soy un convencido que la verdadera integración se hace por medio de la cultura, ya que la integración comercial y política depende de muchos factores, puntos de vista e intereses de los gobiernos de turno, y naturalmente de los grandes capitales, pero las expresiones culturales no podrán nunca ser cambiadas y los llaneros iremos por siempre unidos por nuestro llano, por nuestra música y por algo mas importante aún, por los lazos sanguíneos, vínculos afectivos y relaciones de pareja construidas a través de la música y en pro de ella, como es el caso particular de Gladys y yo. Por lo tanto se ha hecho y se seguirá haciendo verdadera integración así, y solo así, por medio de la cultura llanera que nos une.
Y termino con este pasaje que hice en el año 1984 a orillas del río Arauca, sobre el puente José Antonio Páez
Via: Jesus Valecillos, Pedraza, Estado Barinas, Venezuela.jose vasque (elflac_perez@hotmail.com
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