Especial- Martes 11 de Mayo de 2010 | 14
TalCual
Especial
El organismo regulador estudia opciones para someter a licitación la banda Ka, que permite la transmisión de servicios de TV, Internet y radio a precios aparentemente inferiores
La probabilidad de que el Satélite Venesat-1 forme parte de un proceso de subasta y adjudicación promovido por el regulador Conatel comienza a tomar aire.
En días recientes, en el marco del Foro de la Cámara Nacional de Empresas de Telecomunicaciones Canaemte, sobre las perspectivas del sector para la próxima década, Alcides González, gerente de Planificación y Desarrollo del ente regulador en el país, dejó abierta la posibilidad de que una pedazo del Simón Bolívar forme parte de un proceso de asignación, que podría incluir una subasta pública o una adjudicación directa.
En sí, la banda de frecuencia que estudian someter al proceso es la denominada como Ka, espectro que se ubica en el rango de 18-40GHz y que, por sus condiciones, tiene la particularidad de brindar servicios de banda ancha para Internet, televisión y radio a costos, en teoría menores a los que pueden ofrecer otros medios de transmisión satelital.
La decisión o la sola intención del ente regulador de llevar a cabo este proceso no escapa a las interpretaciones, pues hasta no hace mucho, los administradores del satélite mantenían en firme la decisión de no privatizar ni someter a negocios al gran aparato, pues la capacidad de éste, estimada en unos 1000MHz, estaría sometida a brindar servicios exclusivos al Gobierno y sus entes gubernamentales.
Además, el uso del satélite también brindaría la posibilidad al Ejecutivo de llevar servicios de TV e Internet para proyectos de tele-medicina y tele-educación a decenas de zonas rurales, indígenas, entre otras, que hoy día ni siquiera pueden disfrutar de por lo menos un servicio básico de telecomunicación.
Pero las cosas parecen que están cambiando, bien por el interés gubernamental de abrir la banda Ka para acelerar el proceso de penetración de servicios de telecomunicaciones en zonas hoy desprovistas de ellos o también podría tener como centro el acelerar el uso del Satélite que, a casi dos años de haber sido lanzado y puesto en órbita, apenas ha ocupado un 10% de su capacidad.
Y es que, para un aparato que tuvo un costo total, sumando instalación de centro de operaciones en Venezuela, de unos 450 millones de dólares y que tiene una vida útil de 15 años, tener ocupado ese poco espacio en proyectos gubernamentales y algunos de entes del Estado en sus primeros dos años de vida, va más allá de la simple preocupación.
En primer lugar, porque a medida que pasa el tiempo se pierden posibilidades de llevar servicios a zonas necesitadas, más cuando se tiene un satélite propio y, en segundo lugar, porque la mayoría de entes del Estado siguen pagando a empresas privadas capacidad satelital, algo que se pensaba dejaría de ser así el año pasado.
Entretanto, las empresas privadas se preparan para las opciones, si llega a concretarse el proyecto, pues aun cuando las cosas en el país se ponen cada vez más difíciles, tener una licencia de explotación de servicios, siempre genera un valor importante y más cuando ese servicio puede ser más económico para el proveedor como para el potencial usuario.
Enviado por GUILLERMO KLAPKA, Venezuela
martes, 11 de mayo de 2010 03:41:49 a.m.
(Yimber Gaviria, Colombia)
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